MArco Gonzalez, "Una madrugada peligrosa"

Una madrugada de verano, la  familia Stevenson decide irse de vacaciones. Ellos son de un pueblo llamado Villa Ángela, que queda muy aislada de la gran ciudad que es donde ellos quieren ir.
Se irían a las cinco de la mañana y llegarían allí un día después.
Todo esta preparado, ellos ya se van. En el transcurso del viaje paran en un semáforo, un mendigo se le acerca y le dice:
-         ¿Eh amigo no tenes un par de monedas?
El Sr. Stevenson le contesta:
-         No, no tengo nada ahora, pibe.
El vagabundo lo distrae mientras se acerca su otro compañero con un arma en la mano. El se arrima en la otra ventanilla y le pega un tiro a su mujer en el cuello. En la desesperación el Sr. Stevenson la socorre, la baja del auto y llama a la ambulancia. Lamentablemente tarda en llegar y la mujer muere en la calle. Sus últimas palabras son:
-         Venga mi muerte, mi amor.
Los delincuentes huyen. El Sr. Stevenson los corre hasta poder alcanzarlos.
Empieza a llover y el Sr. se cae, los ladrones lo golpean hasta casi matarlo. El con sus últimas fuerzas saca un arma y le pega un tiro a uno de ellos. El otro le pega una patada en la cabeza y sale corriendo.
El Sr. Stevenson se arrastra hasta la ruta donde ahí lo levanta un señor que lo lleva en su auto a su casa, allí lo  cuida pero no pudo hacer nada: el Sr. Stevenson había fallecido por el dolor de la muerte de su esposa y con la bronca de no poder vengar su muerte.

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