Florencia González, "Fantasma"

Cuando desperté el fantasma todavía estaba ahí, su imagen espeluznante no se borraba de mi cabeza. Esos ojos grises, su mirada profunda e inquietante sin poder escapar me quedé  paralizado  y casi tartamudo pude pronunciar  algunas palabras “¿Quién  es?” El no contestó  y en un abrir y  cerrar de ojos  ya había desaparecido. Encerrado en mi habitación, contemplando  la puerta, me quedé pensando en aquella noche cuando al salir del baño me encontré con el miedo: había salido del cuarto e iba bajando  las  escaleras  cuando de  repente   sentí escalofríos en mi espalda de pronto la puerta de la habitación se cerró haciendo retumbar toda la casa. En ese  momento caí rodando  hasta  el final  de  las  escalera,  a partir  de  ese  momento  no recuerdo  nada  solo  que  desperté  a la  mañana  siguiente como  si todo  hubiese sido  un sueño.

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