Emiliano Barvié, “El fantasma”

Cuando desperté, el fantasma todavía estaba ahí y grité desesperadamente. Mis padres vinieron corriendo de su cuarto al mío pero ya no estaba. Era una noche de tormenta muy fría. El espíritu de mi abuelo había dicho mi nombre: “Juan… ten cuidado cuando andes en la calle”. Al día siguiente estaba yendo al colegio y me secuestraron. Me acordé lo que me había dicho el fantasma y pensé que era mentira pero no era así. Los secuestradores se dieron cuenta que mi familia era muy humilde y me soltaron. Esa misma noche llegué a mi casa. Allí estaba la policía, mi mamá desmayada y mi papa llorando. Al verme me dijeron: “Te queremos y te extrañamos mucho”. También me aconsejaron que no ande muy lejos solo.
El fantasma no apareció más.

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