Federico Sánchez, “Las pirañas”

Un día de verano una mujer que vivía cerca de una playa en Brasil, estaba nadando tranquilamente y de pronto desapareció. Muchos pensaban que la habían secuestrado pero no. La familia empezó a investigar porque nadie sabía lo que había pasado. Decidieron llamar al detective John Micol, de EE.UU.  Los familiares le contaron todo lo que había pasado. Él fue a la casa de Edna Robinson y preguntó a unos vecinos:
-        ¿Usted vio a la mujer?
-        Sí, la vi. Estaba nadando cuando subió  la marea y ya no pude verla más… desapareció.
Llegó a la playa y le dijo a la hermana que desapareció o se ahogó en el agua. Lo que  Jon no sabía era que había una gran cantidad de pirañas ocultas en las profundidades. El caso se “enfrió” por un tiempo por falta de pistas y la tranquilidad poco a poco volvió a instalarse.
Un tiempo después,  fue una banda de rock fue a tocar a la playa. Las personas, al moverse en el agua, atraían a las pirañas. Los peces llegaron en gran número y la fiesta se convirtió en un escenario de sangre, murieron cientos de pibes, mujeres, hombres y hubo muchos heridos que sobrevivieron de milagro al ataque. Al enterarse el detective  Jon Micol preguntó si había alguna forma de atraparlas.
-        Sí - dijo el salvavidas - tirando redes especiales de pesca. Debemos atraerlas generando mucho movimiento en el agua.
Así fue como John Micol y el salvavidas, mataron a las pirañas.

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