Miguel González y Lautaro Martin, “La casa misteriosa”

Un día la familia López decide mudarse de la casa y comprarse otra en un nuevo vecindario. Al llegar los vecinos estaban sorprendidos porque esa casa no fue utilizada desde la misteriosa desaparición de la familia Aguirre. Se insinuó que se fueron de la casa porque pasaban cosas extrañas.
Al instalarse en ella fueron los vecinos a darle la bienvenida pero decidieron no contarles nada. Esa misma noche, después de cenar, los padres mandaron a los hijos a dormir. A la madrugada se escuchaban abrir las puertas y ruidos en la escalera. Fueron a ver qué era lo que sucedía. Atemorizados llegaron al cuarto de los chicos para ver si todo estaba bien pero el más chico había desaparecido. Los padres salieron aterrorizados a la calle a buscarlo y se encontraron con que el auto tampoco estaba. Los vecinos, que también habían oído los extraños ruidos, salieron y vieron salir el auto hacia el norte.
La familia salió en busca del niño y encontraron el coche abandonado a un costado de la carretera. Había huellas que se adentraban en el campo, al costado de la ruta. Fueron con la policía y le dijeron que no podrían hacer nada al respecto. Decidieron ir ellos mismos. Al anochecer fueron a buscarlo al bosque. El ambiente era muy espeluznante y sombrío. Después de tres horas buscándolo encontraron parte de la ropa del niño cubierta de sangre. Asustados y sin saber con  qué se podían encontrar siguieron un sendero oscuro y silencioso. Al final de ese camino vieron el cuerpo ensangrentado del chico que apenas podía respirar. Rápidamente llevaron al niño al hospital y les dijeron que estaba muy grave y que solo se podía esperar un milagro.
Los padres fueron a hablar con los vecinos para saber todo sobre la casa. Les contaron que un chico murió en ella y antes de morir dijo que no iba a dejar a nadie entrar en la casa jamás.
La operación del niño salió bien y estaba a fuera de peligro, rápidamente después de que se recupere el chico se iban a ir de esa casa, pusieron la casa en venta, y una familia la había comprado…

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